El pasado domingo 30 de noviembre disputé la 30ª edición de la Media Maratón de Córdoba y la que era mi tercera participación en esta prueba a la que le tengo un especial apego por ser aquella en la que en 2013 conseguí mi marca personal en media maratón (1:17:35).
Mi actuación en esta ocasión estuvo a la altura de lo esperado, pero siendo consciente de que para superar mi marca personal todo se tenía que ser perfecto, y aunque la carrera salió como yo esperaba 30 segundos se pueden perder durante 21.097 metros fácilmente.
Tras el pistoletazo de salida y a pesar de estar situado en un cajón preferente, reservado para atletas con cierto nivel, tuve alguna dificultad para sortear a atletas que iban lentos respecto a la posición que ocuparon en la línea de salida, pero pasados unos metros tenía via libre para correr por las amplias avenidas de la capital cordobesa. Junto a mí, como esperaba por su estado de forma, estaba mi compañero de club Fernando Navarrete, recorriendo juntos algo más de 9 Km. hasta que unas molestias le impidieron seguir el ritmo que llevábamos hasta ese momento. A partir de aquí me tocaba luchar sólo contra el crono, si bien el paso por el centro de la ciudad con el público cordobés abarrotando las calles hizo que me creciera y el paso de los kilómetros se hiciera más llevadero. A falta de 6 Km. aproximadamente, mi entrenador y gran atleta, Pedro Latorre, me alcanzó llevándome en volandas durante unos cuantos kilómetros hasta que se despegó en busca de una marca digna de su nivel. De ahí al final se estableció una lucha entre el cansancio por la acumulación de kilómetros y la idea de que podría mejorar mi marca además de los ánimos de mi mujer e hijas que me permitió sufrir hasta los últimos metros, momento en el que ví el reloj de meta que marcaba el 1:18:08 y que este año a pesar de haber hecho muy buena carrera no bajaría mi marca en media maratón.
personales, así como las buena carrera de José Carlos Lindes y un
