Zarpazo a mi marca personal en Media Maratón

El domingo 29 de noviembre de 2015 disputé la 31ª edición de la Media Maratón de Córdoba y la que era mi cuarta participación en esta prueba, en la que hasta el dia de hoy ostentaba mi marca personal en media maratón (1:17:35) y en la que siempre había obtenido buenos resultados.

En esta ocasión llegaba a la capital cordobesa con el convencimiento de que no estaría ni de cerca en mi mejor marca personal en la distancia, motivado fundamentalmente por las persistentes molestias en mi tendón de Aquiles izquierdo que me impedía tener continuidad en los entrenamientos y un pequeño recaimiento de mi anemia hace un par de meses que me hicieron pensar que había dejado de ser competitivo y había alcanzado mi techo en el atletismo. Tras reanudar mi tratamiento con hierro y gracias a la ayuda de mi entrenador, Pedro Latorre y de mis compañeros de entrenamiento del "Escombro", en especial de mi amigo Juanma Chica, que siempre ha estado ahí para ayudarme cuando mis problemas físicos me estaba afectando, aparte de en los entrenamientos, en mi estado anímico,  fuí  mejorando, si bien en los entrenos de mucha distancia estaba lejos de mi mejor estado de forma. La única esperanza de hacer una buena carrera venía motivada por el hecho de que en las últimas sesiones de entrenamientos de calidad me había mostrado muy superior a compañeros de entrenamiento de un nivel similar al mío.

Tras el pistoletazo de salida hice lo que he hecho siempre, salir a un ritmo alto, más rapido del ritmo medio soportable durante toda la carrera, con el consecuente riesgo de desfallecer a mitad de carrera, pero tenía que arriesgar para mejorar mi marca. Durante los primeros kilómetros conseguí contantar con altetas de mi grupo de entrenamiento, en concreto a Juan Carlos Tello, del que yo sabía que bajaría de la hora y cuarto, y de mi entrenador, Pedro Latorre. El primero de ellos planteó una carrera equilibrada en cuanto al ritmo y tras permanecer durante unos kilómetros con él decidí dar una vuelta de tuerca más, alcanzando a "Perico" y manteniendome con él hasta el Km. 9 donde no pude seguir el ritmo que marcó junto a otros atletas, llegando al km. 10 en 35 minutos pero con lo sensación de que en los 11 Km. restantes iba a sufrir mucho, aunque en mi carrera atlética nunca había conseguido nada sin sufrimiento. Hasta el Km. 14 mantuve un ritmo uniforme, pero a partir de este punto kilométrico reajusté mi ritmo para alcanzar la meta sin desvanecerme y no perder lo que había conseguido hasta ese momento que era mucho, así que tocaba sacar mi fortaleza mental para superar la distancia restante hasta llegar a la meta situada a los pies de la Mezquita.
Como ya pasara el año pasado los 2-3 últimos km. se me hicieron eternos porque estaba roto, pero según me desevolviera en ellos estaría mi mejora de marca personal y al final eso pesa mucho en la balanza, así que con más cabeza que piernas llegué a la meta al final del Puente Romano, parando el crono un inesperado tiempo de 1:16:32, quedando clasificado el 17º veterano A y 110º de la general sobre un total de 6.021 atletas llegados a meta.